Por Paul Bass
La última evidencia de que los jóvenes están provocando un cambio rápido en New Haven y en los Estados Unidos: lideres italo-americanos se unen a los activistas contra el racismo, para pedir la retirada de la emblemática estatua de Cristóbal Colón del parque de Wooster Square.
Una adolescente de Wooster Square impulsó el cambio
Se llama Rhea McTiernan Huge. Es una estudiante de secundaria de Wilbur Cross. Creció en Wooster Square, históricamente el corazón de la comunidad italo-americana de New Haven, que mantiene esa identidad a pesar de que el barrio ha sufrido un cambio demográfico significativo.
En el marco de las protestas nacionales sobre la discriminación racial y los llamamientos para eliminar las estatuas de figuras históricas con pasado racista, McTiernan Huge inició una campaña de recogida de firmas para eliminar la estatua de Colón. Fue la primera de las dos propuestas que circularon la semana pasada para conseguir apoyo para la remoción de la estatua.
Y ha ocurrido algo sorpresivo: No sólo los activistas que se oponían a honrar a Colón lo firmaron. Los líderes de los grupos Ítalo-americanos, que durante mucho tiempo han homenajeado a Colón, también lo firmaron. Más de 1.500 personas en total han firmado las peticiones.
La ciudad es propietaria de la estatua. El alcalde Justin Elicker calificó el lunes la próxima remoción de la estatua como “la decisión correcta”.
“La estatua de Cristóbal Colón es para muchos italianos una expresión de la herencia italiana. Pero la estatua de Cristóbal Colón, también representa una época de colonialismo y de atrocidades cometidas”, declaró Elicker en un comunicado.
“La preparación está en camino”, dijo el portavoz de la alcaldía Gage Frank cuando se le preguntó cuándo la ciudad retirará la estatua. “En realidad no tenemos una secuencia de tiempo ahora mismo”.
Un nativo americano de New Haven, Ricky Looking Crow (fotografiado con su colega activista nativo americano Norm Clement), celebró la noticia.
“Para mi pueblo, representa 100 años de genocidio”, dijo. “Ya es hora de que caiga”.
Los líderes de Wooster Square emitieron una declaración pública el lunes pidiendo la retirada. Entre los firmantes se encuentran el presidente de la Sociedad de San Andrés Apóstol, Frank Gargano, el presidente de la Sociedad de San Catello, Paul J. Criscuolo, el presidente de la Ciudad Democrática, Vin Mauro Jr. y la concejal de Wooster Square, Ellen Cupo, así como el historiador Frank Carrano.
“En este momento histórico, lo más importante que cada uno de nosotros puede hacer es escuchar. Deberíamos escuchar ante todo a las personas que han sido afectadas personalmente por el racismo sistémico e histórico en nuestro país, y especialmente en nuestro sistema de justicia penal. Deberíamos escuchar con atención sus experiencias de vida y el tratamiento sufrido, y también más específicamente, sobre los pasos que se deben dar, para cumplir plenamente con este momento y así poder construir una sociedad mejor y más justa”, dice la carta.
“Aquí en New Haven, una de esas inquietudes específicas, tiene que ver con la estatua de Cristóbal Colón en Wooster Square. Muchos de los miembros de nuestra comunidad, ven esta estatua como una representación de la injusticia, y como un recordatorio del maltrato a los inmigrantes y a la gente de color, que se remonta a la fundación de nuestra nación.”
Los padres de Frank Carrano fueron una de las oleadas de inmigrantes de Amalfi, Italia, que se establecieron en Wooster Square y forjaron en el barrio su identidad italo-americana.
Carrano dijo que el rápido consenso de los últimos días sobre la retirada de la estatua “dice mucho sobre New Haven en 2020”. Significa que tenemos mucho de lo que estar orgullosos”.
Carrano dijo que espera que la estatua encuentre un nuevo hogar en un museo de la universidad, donde “pueda ser objeto de estudio y aprendizaje”. Señaló que Colón ha sido durante mucho tiempo un “motivo de orgullo” para los italoamericanos locales. “Tenemos que estar preparados para repensar las cosas que creíamos saber”.
A continuación, el texto de Rhea McTiernan Huge sobre por qué lanzó la campaña:
“El largamente esperado análisis sobre el racismo”
Aprendí a montar en bicicleta a la sombra de la estatua de Cristóbal Colón, en Wooster Square. A medida que he ido creciendo, mis sentimientos han evolucionado desde el orgullo, hasta la certeza de que esta estatua y la oscura historia que hay detrás, no pertenecen a este lugar.
Crecí en Wooster Square y pasé muchas horas en el parque. Cada año mi madre nos fotografía, a mi hermana y a mí, cuando los cerezos están en flor. Wooster Square es un barrio maravilloso.
Cuando estábamos en segundo grado, hicimos un viaje de estudios al parque Wooster Square para aprender sobre ColónEn ese entonces, me sentía orgullosa de que esta estatua estuviera tan cerca de mi casa. No sabía nada de él, excepto la frase enseñada a los escolares: “En mil cuatrocientos noventa y dos, Colón navegó el océano azul”, y la idea de que había “descubierto” las Américas.
Lo que las escuelas no enseñan a los niños fue su crueldad. Él y su gente asesinaron a millones, diezmando la población taína de las islas caribeñas, que paso de 8 millones a sólo 100.000 personas entre los años 1493 y 1504. Los miembros de su propia tripulación comentaron su brutalidad. Bartolomé de las Casas, que acompañó a Colón, presenció la violación y el saqueo y escribió: “Mis ojos han visto estos actos tan extraños a la naturaleza humana, que ahora tiemblo mientras escribo”.
Entiendo que Colón es un orgullo para muchos italianos de la comunidad, pero no creo que debamos rendirle homenaje. En su propio tiempo, Colón fue arrestado por crímenes contra las poblaciones de las Américas.
Hubo 23 declaraciones en su contra, y él mismo confesó. Tampoco entonces se consideraba normal saquear y violar, y el rey y la reina de España, le habían ordenado que no causara daño a los habitantes nativos.
Colón asesinó a por su propia decisión, y fue castigado por ello. No creo que debamos seguir festejando en honor de un hombre tan culpable de genocidio y otras atrocidades.
Con el tan esperado análisis sobre el racismo en este país y el problemático pasado de nuestra nación, ahora es el momento de pensar en nuestro propio espacio en New Haven
El parque Wooster Square no es sólo un espacio para que la gente vaya a pasar el rato, es un lugar utilizado para reuniones comunitarias y celebraciones.
El festival anual del cerezo en flor atrae a gente de todas partes.
Tener una estatua de un hombre que ha hecho tanto daño para ser vista por tantas personas, es extremadamente nocivo. Creo que quitar esta estatua, permitirá que el parque se convierta en un lugar más seguro para todos..
Me alegra saber que estos comentarios han provocado una discusión comunitaria, incluyendo propuestas para poner la estatua en un museo, para que aquellos que así lo decidan, puedan verla y educarse. Estoy totalmente de acuerdo con esa decisión.
La estatua de Colón ha permanecido en el parque por más de cien años, y creo que es hora de verla partir. Espero un espacio comunitario más acogedor en mi vecindario.