En tiempos del Corona Virus, millones de familias e individuos buscan adaptarse a una realidad que ha sacado a muchos de la zona de confort. Ir al trabajo, asistir a la escuela y salir a pasear no es recomendable porque esto representa un riesgo para la salud ante la pandemia del coronavirus. ¿Pero, qué tal una buena lectura. ¡A continuación unos consejos y un relato verídico que tal vez puedan ser de inspiración en tiempos del coronavirus!
Para tener acceso a estos números de emergencia no se necesita operador, pueden ser marcados directamente y todas las líneas están abiertas las 24 horas al día.
¿QUÉ HACER SI HAY UN INCENDIO EN UN MANICOMIO?
A otros salvad, arrebatándolos del fuego… Judas 23
El 27 de enero de 1903, un incendio ocurrió en un manicomio en Londres. De los 300 pacientes, 50 perecieron y 250 tuvieron que ser literalmente arrebatados de las llamas. Mientras se llevaba a cabo la misión de rescate, estas pobres criaturas se comportaron de tal forma como para hacernos pensar cuan locamente se comportan los inconversos cuando tratamos de anunciarles el evangelio con denuedo. Se reportó que…
Algunos se rieron al oír la mención de fuego. Solo los necios pueden reírse de una calamidad como esta. Los necios se mofan del pecado. Solo los que son moralmente insensatos se atreverían a tomar en leve la lumbre del pecado.
Algunos dijeron que no querían dejar su cama en la noche para salir. No querían abandonar su estado cómodo presente, aun para salvar sus propias vidas. Hay muchos así, que prefieren los placeres de un estado condenado que el gozo de la salvación. Su demencia es evidente en la decisión que han hecho.
Algunos se escondieron del fuego debajo de su cama. En su refugio de mentiras, decían, «Paz, paz, cuando no había paz». Solo un necio puede suponer que un lecho de comodidad e indiferencia es una protección contra un fuego consumidor. Esté seguro, tal como el fuego, que su pecado le alcanzará.
Algunos culpaban al grupo de rescate por el fuego. Se les culpó de intentar quemarlos vivos. Uno pensaría, de la forma en que la gente habla, que los predicadores son los creadores del infierno, los que perturban la paz, por intentar convencer a los hombres de su pecado e intentar rescatarlos de su condición perdida.
Muchos pelearon con el grupo de rescate, mordiéndoles y arrancando pelos. ¡Qué figura tan insólita! ¡Que prueba tan triste de su locura–peleando contra ellos que se sacrificaban a sí mismo por su liberación!
Algunos tocaban una puerta cerrada deseando escapar, pero ya era tarde. Que forma tan terrible para despertar y llegar a sus sentidos encontrándose prisioneros en un fuego consumidor. Los que rehúsan ser arrebatados del fuego perecerán en ella. ¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? (Hebreos 2:3).
Cada hombre y mujer sano fue rescatado. El tiempo es corto; la condenación del inconverso es cierto; la obra es grande y urgente; cualquier otro interés es de poco valor; lo principal es la salvación de las almas. Todo cristiano sano se asegura que su obra principal consiste en arrebatar las almas del fuego. ¿Lo estás haciendo?
Números telefónicos de ayuda de emergencia
Cuando en aflicción, llama a Juan 14.
Cuando otros te quedan mal, llama a Salmos 27.
Cuando quieras llevar fruto, llama a Juan 15.
Cuando has pecado, llama a Salmos 51.
Cuando estás preocupado, llama a Mateo 6:19-34.
Cuando estás en peligro, llama a Salmos 91.
Cuando pareciera que Dios está lejos, llama a Salmos 139.
Cuando tu fe necesita avivamiento, llama a Hebreos 11.
Cuando te sientes solo y temeroso, llama a Salmos 23.
Cuando has permitido que la ira y la crítica te controlen, llama a I Corintios 13.
Cuando te sientes desganado y sin fuerzas, llama a Romanos 8:31-39.
Cuando necesitas paz y descanso, llama a Mateo 11:25-30.
Cuando pareciera que el mundo es más grande que Dios, llama a Salmos 90.
Cuando sales de casa para trabajar o viajar, llama a Salmos 121.
Cuando tus oraciones son egoístas, llama a Salmos 67.
Cuando necesitas valentía para cierta obra, llama a Josué 1.
Cuando necesitas dirección en cuanto a finanzas, llama a Marcos 10.
Cuando estás en depresión, llama a Salmos 27.
Cuando tu cartera está vacía, llama a Salmos 37.
Cuando pierdes la confianza en la gente, llama a I Corintios 13.
Cuando pareciera que alguien ha sido áspero contigo, llama a Juan 15.
Cuando te sientes desanimado en cuanto a tu trabajo, llama a Salmos 126.
Cuando veas que el orgullo llega a tu vida, llama a Salmos 19.
Las opiniones vertidas por Waldemar Gracia no reflejan la posición de la Voz Hispana. Nombres, lugares y circunstancias han sido alterados para proteger la identidad de los personajes citados en la historia.
Nota: Si has encontrado esta columna útil o interesante, o si tienes alguna pregunta, puedes comunicarte con el autor por correo electrónico a: wallygracia@yahoo.com