Por Thomas Breen
NEWHAVENINDEPENDENT.org
La “economía real” ha recibido una dura paliza durante la pandemia de Covid-19. El mercado de valores, en cambio, lo está pasando muy bien.
El Tesorero del Estado, Shawn Wooden, considera que ambas esferas económicas son vitales para la salud fiscal de Connecticut, y afirma que ahora es el momento en que el gobierno debe ocuparse del desempleo, incluso mientras sigue dando apoyo a los mercados financieros de Wall Street.
El tesorero del estado y ex-presidente del Consejo de la ciudad de Hartford, vino a la ciudad de Elm para participar en un sorteo de hamburguesas gratis en el estacionamiento de la Iglesia de Varick AME Zion, de Dixwell.
Él ha estado ayudando a organizar la tienda de comida rápida itinerante, en colaboración con el restaurante Wahlburgers, de Massachusetts, y la empresa de inversiones Crescent Capital, con sede en Los Ángeles.
También compartió algunas ideas sobre lo que ha dado resultado y lo que no ha dado resultado en la Ley CARES de 2,2 billones de dólares, el papel monumentalmente influyente que ha desempeñado la Reserva Federal para apuntalar los mercados de capital sin gastar ni un solo dólar, y sus esperanzas de que los llamados “trabajadores esenciales” salgan de esta crisis con la paga y el reconocimiento económico que corresponda a su verdadero valor social.
Tener un buen fondo para los casos de emergencia ayuda
NHI: A grandes rasgos, ¿cómo ha afectado el Covid-19 a las finanzas del Estado, en particular en lo que respecta a las obligaciones estructurales a largo plazo como las pensiones, la deuda y los derechos de los empleados?
Encerrar a Estados Unidos está teniendo un impacto tremendamente negativo en los ingresos del Estado. En ese sentido, para Connecticut la situación no es diferente.
Pero debido al trabajo que muchos de nosotros, incluyendo al gobernador y a mí mismo, hemos estado realizando para que Connecticut tenga una base fiscal más fuerte, para capear esta tormenta estamos mucho mejor posicionados que muchos estados de la nación.
Eso se refleja en que tenemos un fondo histórico para emergencias. El tamaño de nuestro fondo, que actualmente es de alrededor de 2.500 millones de dólares, es el doble de lo que era durante la recesión de 2008.
Asimismo, en mi papel de secretario tesorero de la Asociación Nacional de Tesoreros Estatales, hemos estado presionando al gobierno federal y al Congreso para que adopten políticas que ayuden a abordar esta necesidad en forma de ayuda estatal directa.
La Ley CARES ha ayudado a nuestro estado para que algunos de esos fondos lleguen. De hecho, acabamos de emitir 850 millones de dólares en bonos para proyectos de transporte, y destinaremos otros 500 millones de dólares, a los que seguirán otros 400 millones de dólares en préstamos.
¿Qué papel tuvo el fondo de reserva de 2.500 millones de dólares del estado en la preservación de las evaluaciones crediticias del estado durante esta crisis?
Tuvo una gran influencia en eso. Porque lo que están considerando en esta época de crisis es: ¿Cuál es la solidez de su capacidad de pago? Han tomado nota de nuestro fondo para emergencias, como un significativo factor de contribución.
En cuanto a las pensiones, hemos tenido una crisis de financiación de las pensiones que se ha ido acumulando a lo largo de siete décadas. Mi prioridad número uno, en mi primera sesión legislativa, fue reestructurar el fondo de pensiones de los profesores.
Eso fue lo adecuado el año pasado en términos de sostenibilidad para los contribuyentes y para el sistema de pensiones.
Los estados necesitan más apoyo de los fondos federales…
Casi todos los gobiernos estatales y locales del país parecen estar frente ¿Qué ha recibido Connecticut hasta ahora de la Ley CARES en términos de ayuda estatal? ¿Cómo ayudaría la ley HEROES aprobada por la Cámara de Representantes a Connecticut a reforzar su presupuesto?
¿Y qué opinión le merece la aparente falta de voluntad del líder Republicano del Senado Mitch McConnell y del presidente Republicano Donald Trump para apoyar cualquier ayuda adicional en un futuro próximo?
El estado ha recibido alrededor de 1.600 millones de dólares de la Ley CARES. Eso nos ayudará significativamente. Una de las cosas que nosotros, como tesoreros del estado, por la hemos estado abogando, es el aumento de la flexibilidad en la forma en que ese dinero puede ser utilizado.
¿Cómo se supone que se va a utilizar ese dinero ahora mismo?
En gastos directamente relacionados con el tratamiento de Covid-19. La variada escala de los impactos de la pandemia es amplia. Por ejemplo, el estado tiene cantidades importantes de ingresos durante esta crisis. ¿Es ese un impacto directo del Covid-19?
Por ejemplo, el dinero puede gastarse en financiar la compra de equipo de protección personal.
Lo que pedimos, tanto al Congreso como al gobierno federal, es..: 1) Más apoyo adicional y más ayuda, y 2) Necesitamos mayor flexibilidad para aprovechar eso y poder hacer frente a las lagunas presupuestarias. Empezamos el año con un presupuesto que se proyectaba equilibrado. Esta pandemia acaba de arruinar todo en términos de esos ingresos…
Este dinero es sumamente necesario para pagar a la policía, a los bomberos, a los trabajadores sanitarios, para las actividades básicas del gobierno al servicio del público.
Lamentablemente, el partidismo va en aumento y hace que sea difícil volver a presentar otra vez la ley. Pero sigo siendo moderadamente optimista.
En nuestro momento de dificultad ante una crisis que no es de nuestra responsabilidad, creemos que es razonable y justo pedir apoyo federal adicional para nuestro estado y tener la flexibilidad de hacer que los gobernadores y alcaldes tomen decisiones sobre cómo debe usarse ese dinero.
¿Qué opina de cómo ha funcionado hasta ahora el Programa Paycheck Protection Program o PPP (Protección de Cheques de Pago Limitado) en su apoyo a las pequeñas empresas con préstamos anulables, siempre y cuando no despidan a los trabajadores y gasten el dinero en la nómina?
¿Y cree que algo como la Ley Paycheck Security Act (Seguridad de Cheques de Pago), que es copatrocinada por Richard Blumenthal, sería mejor para mantener a flote las empresas y a los trabajadores, cubriendo esencialmente las nóminas de todas las empresas hasta una cierta cantidad de dólares por un futuro indefinido?
Fui muy crítico con la primera fase de la APP. Fui coautor de un artículo de opinión, junto con el congresista Jim Himes, denunciando la forma en que se implementó, y el número de pequeñas empresas, en particular las pertenecientes a minorías y mujeres, que quedaron al margen.
Creo que hay otros modelos que podrían funcionar mejor, y nuestros dirigentes políticos deberían considerarlos.
Y creo que hubo una notable mejoría en la segunda ronda del PPP, en cuanto a la asignación de fondos a las instituciones financieras comunitarias. Creo que eso definitivamente está ayudando a enfrentar la situación.
A lo que nos enfrentamos, es a las consecuencias de las disparidades estructurales ya existentes, con muchas comunidades urbanas, muchas comunidades donde viven personas de raza negra y morena, con pequeños negocios, y donde muchos de los bancos tradicionales, se han ido de esas comunidades. Así que no se tienen las relaciones a esos niveles, y entonces hay que recurrir a las cooperativas de crédito y a otras instituciones de la comunidad.
Este es un problema profundamente arraigado. Es estructural. Tenemos pues que tratar el problema fundamental, de que ciertas comunidades no tienen acceso a los bancos.
El mercado de valores y la “economía real” no son lo mismo
Ha habido mucha publicidad e informes sobre el PPP, y mucho menos sobre el hecho de que el Congreso permita a la Reserva Federal, movilizar más de 4 billones de dólares en préstamos de rescate para empresas más grandes gracias a la Ley CARES. Sin gastar un solo dólar, la Reserva Federal fue capaz de permitir que Boeing pidiera prestado 25 mil millones de dólares en el mercado privado, debido aparentemente al compromiso verbal del banco central, de respaldar todos los mercados financieros. Como resultado, el mercado de valores está actualmente en auge. Al mismo tiempo, más de 40 millones de estadounidenses han estado en desempleo en los últimos dos meses. ¿Qué opina usted de esa desvinculación?
Siempre hay una desconexión entre los mercados de valores y lo que yo llamo la “economía real”. No son lo mismo. Incluso cuando tenemos a un presidente hablando de la economía floreciente, eso no significa que la economía real esté floreciendo.
Tenemos tres cosas que tienen lugar aquí. Tenemos una crisis de salud que nos llevó a una crisis de la economía real, con desempleo y gente que fue despedida y suspendida, lo que inició una crisis financiera en los mercados.
La Reserva Federal, al intervenir rápidamente y apoyar con firmeza los mercados corporativos y municipales, desempeñó un papel importante en el fortalecimiento y la seguridad de los mercados financieros.
Con lo primero tenemos que lidiar, es con la crisis de salud pública. Todo lo demás se derivará de eso.
Sin dinero real invertido, las acciones de la Reserva Federal dieron una sensación de calma y estabilidad y dijeron: “No vamos a dejar que nuestros mercados se desplomen”. Eso es algo positivo.
Creo que un cambio fundamental que saldrá de todo esto, es una redefinición de lo que significa ser un trabajador esencial, y el valor de los trabajadores de vanguardia.
¿Cuáles serán sus prioridades políticas y administrativas como tesorero del estado, en las próximas semanas y meses de la crisis de Covid-19?
Quiero enfocarme en garantizar que nuestro estado tenga la capacidad de pagar sus deudas a tiempo, y que los recursos que necesitamos para hacerlo estén disponibles.
Como administrador de nuestro sistema estatal de pensiones, mi prioridad es también asegurarme de que sigamos ocupándonos de optimizar los ingresos de los beneficiarios de los fondos de pensiones y de minimizar y prevenir los riesgos.
Por eso me interesan mucho los mercados financieros, porque eso afecta a nuestros jubilados, profesores y a muchos otros residentes de Connecticut.
Y mi prioridad son los eventos como el de hoy, por qué estamos aquí en Dixwell. Se trata de aprovechar las relaciones, que son bastante numerosas, para el erario público. Crescent Capital es uno de mis encargados de inversiones. Hicimos la convocatoria diciendo: “¿Cuál es el valor añadido que podemos obtener?”
Esa prioridad no figura en la descripción de mi trabajo. Tampoco aparece en la constitución de esta oficina. Y es una prioridad también, en tiempos de crisis, ver cómo aprovechar todas las relaciones que tenemos, para traer recursos al estado de Connecticut, ya sea alimentos o PPE.