CTMIRROR.- Inspectores que supervisan los asilos de ancianos, han hecho públicos los resultados que hasta ahora muestran que uno de cada ocho centros en Connecticut tenía problemas de control de infecciones.
En los 26 asilos de ancianos donde se han descubierto problemas, 313 residentes ancianos y discapacitados con el virus han muerto y más de 1.100 residentes han sido infectados.
Los documentos publicados el miércoles muestran violaciones y plan de corrección. La información sobre las multas aún no ha sido revelada.
En Country Side Manor en Bristol, donde 62 residentes dieron positivo para COVID-19 y 21 residentes murieron, los inspectores vieron a una persona con coronavirus siendo transportada sin una máscara facial a través de un ala designada para residentes no infectados.
Timothy Brown, un portavoz de Athena Health Care Systems, que es propietario de 24 hogares de ancianos en Connecticut, incluyendo Country Side Manor, dijo que la instalación ha pasado dos de sus tres inspecciones.
En el Centro de Salud Abbott Terrace en Waterbury – uno de los asilos de ancianos más afectados con 41 muertes – los inspectores encontraron durante una visita no anunciada en abril, que tres residentes en silla de ruedas estaban sentados a seis pulgadas de distancia uno del otro cerca de una estación de enfermería. Los ancianos no disponían de mascarillas protectoras.
Los empleados “no pudieron explicar por qué los residentes no se ponían las máscaras ni por qué no se colocaban a seis pies de distancia”, escribieron en su informe.
En Madison House – donde 13 residentes con COVID-19 han muerto y otros 44 han sido infectados – un miembro del personal que cuida a un residente anciano, colocó un protector facial contaminado en un carro lleno de equipo de protección.
“El control de las infecciones es una prioridad absoluta para nosotros, dijo Lori Mayer, una portavoz de Genesis Healthcare, compañía propietaria de Madison House. Madison House ha hecho frente a la preocupación bajo la dirección de nuestro liderazgo clínico y nuestra dedicada especialista en prevención de infecciones”.
Los inspectores también censuraron al centro de atención médica Evergreen, de Stafford Springs, por no garantizar que se siguieran las prácticas adecuadas de control de infecciones. Se comprobó que un miembro del personal de limpieza, sacaba bolsas de lino sucias de un carro y las colocaba en un gran cubo sin usar equipo de protección. Las bolsas tocaron el pecho de la empleada mientras las levantaba.
Funcionarios de Evergreen dijeron que la empleada fue asesorada sobre el uso adecuado del equipo de protección. Trabajadores de Salud Pública y miembros de la Guardia Nacional de Connecticut, han estado inspeccionando hogares de ancianos e instalaciones de vivienda asistencial en todo Connecticut durante los últimos dos meses.
El gobierno federal ordenó a los estados el 20 de marzo, trabajar con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, para seleccionar los hogares de ancianos para las inspecciones. El 19 de abril, el gobernador Ned Lamont anunció que el estado visitaría todos los asilos, para llevar a cabo “encuestas de control de infecciones”.
Matthew Barrett y Mag Morelli, dirigentes de las dos principales asociaciones de asilos del estado, elogiaron el miércoles, la respuesta de las residencias a la crisis de COVID-19.
“Creemos que los asilos de ancianos de Connecticut están funcionando a un nivel extraordinario, dados los desafíos de la lucha contra este insidioso virus, mientras reciben orientaciones cambiantes, una cadena de suministro de PPE inadecuada y una iniciativa de pruebas en todo el estado, que sólo recientemente ha comenzado”, dijeron en una declaración conjunta.