HARTFORD.- El partido demócrata de Hartford hasta ahora había respetado a otras entidades políticas y permitía la voz y participación de partidos de la minoría en el proceso de decisiones. Aun cuando las posiciones de lideres de la “mayoría” o de la “minoría” no están establecidas oficialmente en los estatutos municipales, esta era una práctica que se había respetado y permitido la convivencia civil de distintas, aunque no opuestas entidades en el Concilio Municipal de la capital del Estado.
Este año 2020, el primero de la tercera década del siglo XXI; ha comenzado mal en el municipio cuando con una táctica de clara manipulación semi política y semi personal, se produjo una inusual y misteriosa abstención de los integrantes de la mayoría demócrata impidiendo que Wildaliz Bermúdez quien se había desempeñado como líder de la minoría en este caso del partido de las Familias Trabajadoras de Connecticut, fuera reafirmada en su posición.
Con la abstención, la reconocida líder puertorriqueña de la comunidad fue marginada, pero no solamente ella sino que también su organización política que ha declarado como prioridad en su programa de acción la necesidad de más trabajos, el aumento del salario mínimo, el asunto de los doloroso préstamos estudiantiles que son verdaderas hipotecas para estudiantes universitarios, la disminución de los impuestos para los residentes, y lidiar con los problemas del medio ambiente, entre otros asuntos que el Partido de las Familias Trabajadoras asume a nivel estatal y nacional.
Con este acto orquestado por Maly Rosado, la nueva presidenta del Concilio; se ha establecido un peligroso precedente que rompe una tradición de coexistencia pacífica y dialogo civil entre líderes de organizaciones políticas que sin embargo tienen (todavía) afinidades programáticas.
Fue una triste primera experiencia para el abogado Joshua Michton el otro miembro del Partido de las Familias Trabajadoras de Connecticut, electo como concejal el pasado mes de noviembre quien después del desaire político hacia Wendaliz, una de las más ilustradas y articulas integrantes del Concilio municipal manifestó, “pienso que ellos han dejado conocer claramente que desean gobernar con solamente sus siete votos, están felices con esto y el asunto será así.”
Curiosamente los dos integrantes del Partido de las Familias Trabajadoras de Connecticut, capítulo de Hartford; en esta primera reunión del concilio correspondiente al año 2020, habían apoyado la candidatura de Thomas “TJ” Clarke II como el líder de la mayoría demócrata con quien hasta ahora los integrantes del partido de las familias trabajadoras tienen una buena relación de coexistencia, a pesar de diferencias circunstanciales.La votación en favor de “TJ” se aprobó por unanimidad.Sin embargo, para le elección de Bermúdez, recibió nada más que dos votos (el de ella y Michton) en circunstancias que requería cinco. En la reunión estuvo ausente Jimmy Sánchez quien también tenia merecidas ambiciones para ocupar el puesto de presidente del Concilio, ahora ocupado por Maly Rosado.
Para los observadores de estas situaciones de impasse político, una de las razones por las cuales no se aprobó la nominación de Bermúdez como líder de la minoría, fue la abstención de ella y Machetón en el voto donde la candidata era Maly Rosado para el puesto de presidenta del Concilio lo cual ha sido interpretado como el origen de una controversia interna que existía por la postulación al mismo puesto de Jimmy Sánchez.Rosado ha negado este hecho, aunque es conocido por los otros concejales demócratas.
“Al abstenernos no queríamos estar en medio de esta situación interna de los demócratas,” dijo Michton, pero al parecer la abstención no fue entendida por Maly Rosado quien habría buscado una venganza impidiendo el nombramiento de Bermúdez como líder del partido minoritario.
Para festinar más este asunto que establece un triste precedente para el funcionamiento democrático del Concilio, la presidenta del Concilio recibió la autoridad para asignar oficinas y para ello despoja a Bermúdez de la que había ocupado el exconcejal Dr. Larry Deutsch para acomodar en cambio a la concejal Shirley Surgeon, una de sus partidarias.
“Entiendo lo de la asignación de oficinas, pero no se me concedió la cortesía de comunicármelo y me enteré cuando vi el rotulo con el nombre de la concejal Surgeon en la puerta de la que sería mi oficina,” dijo Bermúdez.Por allí siguió el cambio de llaves y las afirmaciones de Rosado quien dijo que ahora había una “nueva estructura y eso era lo que había.”Mal comienzo para las jornadas que se avecinan para el Concilio Municipal en el 2020.
En un comienzo se temió que Wendaliz no pudiera asistir a las reuniones que se efectúan cada dos semanas con el alcalde, pero su portavoz Vasis Srivastava dijo que Bermúdez, Maly Rosado, presidenta del Concilio, “TJ” Clarke, y John Gale quien creo su propio partido político para ser elegido, pueden asistir a las reuniones para establecer con el alcalde la agenda del Concilio.
Esto demuestra claramente que el alcalde Luke Bronin tiene una visión más táctica y no le interesa marginar a la portavoz del Partido de las Familias Trabajadoras de Connecticut, capítulo de Hartford.
Los demócratas de Hartford, a pesar de que Luke Bronin, el entonces candidato a la alcaldía y ahora reelegido para cuatro años más a la cabeza de municipio reunió más de un millón de dólares para su candidatura, no pueden tomar como seguro el apoyo del electorado de la ciudad a sus futuros candidatos.
Históricamente el electorado de Hartford ha privilegiado con sus votos a los demócratas que lamentablemente y de acuerdo con José Ortiz, muestra contradicciones internas que se habían ya reflejado en una oposición de grupos a la candidatura del alcalde Luke Bronin.
“Es importante recordar que hubo cuatro demócratas rebeldes postulantes al puesto de alcalde que se opusieron con fuerza a la decisión de los demócratas de apoyar a Luke.Estos le acusan de privilegiar al sector central de la ciudad en desmedro de vecindarios del Norte y Sur de Hartford,” dijo José Ortiz haciendo referencia a la insistente candidatura del exalcalde Eddie Pérez y otros tres candidatos de la raza negra que acusan a Bronin y al partido de continuar con una política de exclusión de residentes en el plan de progreso de la capital del Estado.
Tampoco se puede olvidar que los candidatos demócratas no arrastran una cantidad contundente de electorado que en las pasadas elecciones no superan el 35% del total.
Una buenas relaciones pragmáticas y exentas de revanchas infantiles son la clave para la mantención de un estado interno del partido actualmente cuestionado por otros demócratas que en conjunto significaron votos.
“A los que hemos visto visitando los vecindarios y llevando a cabo reuniones con nosotros son a Wendaliz y al Dr. Deutch, los otros aparecen nada mas que para pedir el voto,” dijo una vecina del sector de Frog Hollow.Otros residentes reconocen la labor de Wildaliz abogando por los damnificados puertorriqueños que llegar a Hartford debido a los estragos del huracán María, y al abogado Michton orientando a residentes acerca de cruciales temas de inmigración.
El Partido de las Familias Trabajadores de Connecticut, cuenta con electores en la ciudad capital y Bridgeport sustentándose con actividades de recaudación de fondos para sus candidatos.Es una organización nacional con capítulos en Nueva York, estado donde se fundo en 1988; Connecticut, Oregón, Nueva Jersey, Maryland, Washington D.C., Pensilvania, Wisconsin, Rhode Island, Nevada, West Virginia, Nuevo México, Ohio e Illinois.