La palabra ≪depresión≫ no está explícitamente en la Biblia. El término es un tanto reciente y ahora la reconocemos como un síndrome caracterizado por una tristeza profunda. Sin embargo, podemos afirmar, por los síntomas que presentaron, que algunos personajes bíblicos sufrieron de depresión en ciertos puntos de sus vidas. Jesús mismo pasó por esto en los momentos previos a su crucifixión. Les dijo a sus discípulos que estaba triste hasta la muerte y sentía agonía (Mateo 26:36-46; Marcos 14:32-42; Lucas 22:39-46). Algunos estudiosos han clasificado esta escena como un cuadro depresivo.
Salmo 38:6 – Estoy encorvado, estoy humillado en gran manera, Ando enlutado todo el día.
Si bien en esa época la depresión no era diagnosticada, otras personas sintieron una tristeza tan profunda que llegaron al punto de anhelar la muerte. Estos son algunos de ellos:
- David
Las penurias que David atravesó fueron varias. Fue perseguido por un rey, sufrió de intentos de asesinatos, sus hijos lo traicionaron, algunos de ellos murieron o mataron a sus hermanos, etc. Cada experiencia refleja que su vida fue dura. Tenemos una muestra de esto en los salmos que escribió. En uno de ellos, dice: ≪ Porque mis iniquidades se han agravado sobre mi cabeza; Como carga pesada se han agravado sobre mí. ≫ (Salmos 38:4).
Pese al dolor y la tristeza que sentía, siempre buscaba refugio en Dios. En Salmos 42:11 dice:
≪ ¿Por qué te abates, oh alma mía,
Y por qué te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle,
Salvación mía y Dios mío. ≫
- Elías
Elías tuvo un enfrentamiento con los profetas de Baal. Tras una serie de ritos y sacrificios, ellos no pudieron demostrar el poder de su dios. Cuando fue el turno de Elías, él probó ante todos que Dios es el único y verdadero ser supremo.
Pese a que esta experiencia fue positiva, una vez que se terminó, la reina Jezabel lo amenazó de muerte y tuvo que huir. Fue entonces cuando Elías se hundió en una profunda angustia. En esos momentos se sentía tan afligido que le pidió a Dios que le quitara la vida. 1 Reyes 19:4 – 4 Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres.
Esta historia se encuentra en 1 Reyes 18 y 19 y nos da una idea de lo grave que se sentía. Dice Santiago 5:17: 17 Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras.
- Jonás
No todos los personajes bíblicos sufrieron de depresión a causa de algo que les afectó en nivel personal. Jonás se enojó cuando vio que Dios perdonó a la gente de Nínive. Su enfado fue tal que llegó prefirió la muerte (Jonás 4). A primera vista, su comportamiento no parece ser el de una persona deprimida. No obstante, los estudiosos han descubierto que una manifestación de la depresión es el enojo. La ira puede ser una forma de canalizar la tristeza y muchos pueden no estar al tanto de ella.
- Noemí
Noemí perdió a su esposo y a sus dos hijos mientras vivía en un pueblo extranjero. Se ha comprobado que el duelo y la inmigración pueden ser causas de la depresión. No estar en un ambiente conocido ni con los seres amados es difícil para cualquiera. Noemí no fue la excepción. Cuando regresó a su tierra natal pidió que la llamen Mara. Noemí significa ≪dulce≫ y Mara, ≪amarga≫ (Rut 1:19-21). Su petición refleja que su corazón estaba lleno de tristeza y amargura por las experiencias que le tocó vivir.
- Job
Job perdió a sus hijos, sus bienes, riquezas y además contrajo una enfermedad que, en ese tiempo, no tenía cura. Algunos de sus amigos intentaron animarlo, otros lo acusaron; pero Job nunca se atrevió a negar ni rechazar a Dios. Durante ese tiempo se hizo muchas preguntas y llegó un punto en el que deseó no haber nacido. El desear la muerte es una manifestación de la depresión y en Job 3:3-4, dice:
≪ 3 Perezca el día en que yo nací,
Y la noche en que se dijo: Varón es concebido.
4 Sea aquel día sombrío,
Y no cuide de él Dios desde arriba,
Ni claridad sobre él resplandezca. ≫
- Jeremías
A Jeremías se le conoce como el profeta llorón. Esto se debe a que solía llorar y sus discursos eran tristes. Dios le había encomendado llevar su mensaje a la gente, pero nadie le hacía caso. Él vivía solo y se entiende que no tenía familia. Además, era pobre y rechazado por los demás. Si bien es un ejemplo de fe y fortaleza, también tuvo momentos de angustia. Al igual que Job, maldijo el día de su nacimiento y se preguntaba la razón de su existencia. En Jeremías 20:14,18:
≪ 14 Maldito el día en que nací; el día en que mi madre me dio a luz no sea bendito. 18 ¿Para qué salí del vientre? ¿Para ver trabajo y dolor, y que mis días se gastasen en afrenta? ≫
Otro personaje bíblico que sufrió de depresión, pero llegó a suicidarse fue Judas. Mateo 27:3-5 dice que su remordimiento fue tal que no pudo lidiar más con su dolor y terminó con su vida.
Cada caso de depresión que vemos en la Biblia nos enseña que este mal puede afectar a cualquiera. Pero también nos recuerda que, para el que pide ayuda, siempre hay esperanza.
Ahora; ¿Qué piensa usted de esto, por favor escríbame a wallygracia@yahoo.com y déjeme saber su opinión.
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Las opiniones vertidas por Waldemar Gracia no reflejan la posición de la Voz Hispana. Nombres, lugares y circunstancias han sido alterados para proteger la identidad de los personajes citados en la historia.
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