David Vilanova, enfermero, trabaja en Terapia Intensiva, el piso donde la rigurosidad es de vida o muerte Se cambia de uniforme treinta veces al día
STAMFORD.- David Vilanova, miembro de la Asociación Hispana de Enfermeros de los Estados Unidos, trabaja en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Stamford y por hablar español y estar al pie de la cama de los pacientes infectados con Coronavirus, se da cuenta que el aumento del contagio va en progreso y que los pacientes hispanos se sienten aislados y desolados al no poder ser visitados ni cuidados por familiares o amigos y aunque muchos NO saben cómo se contagiaron, otros, en cambio, reportan que en su trabajo o en sus casas un familiar o un compañero de cuarto también estuvo o está infectado.
David Vilanova, es aún muy joven, se graduó como enfermero en la Universidad de Fairfield, trabajó en el Hospital de Bridgeport en el Departamento de Cardiología y hace cerca de dos años se encuentra trabajando en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital de Stamford. Sin proponérselo, se encuentra en la primera línea de los héroes anónimos que está salvando vidas a los infectados de Coronavirus y a los que por otras razones de salud están en terapia intensiva y deben evitar el contagio.
Para lograr el no contagio entre pacientes y trabajadores de salud, David, quien trabaja en el turno de tres días 13 horas seguidas y a veces tres horas extras dentro de la semana para ayudar en el trabajo de contrarrestar el virus, se cambia de uniforme, es decir: Bata, gafas, guantes y zapatos quirúrgicos treinta veces durante su turno.
“Estoy siguiendo, igual que todo el personal del hospital de Stamford, los protocolos establecidos por la pandemia al pie de la letra. Siempre ha sido riguroso este proceso, pero ahora es mucho más porque debo recordar a cada instante que al salir de una habitación e ir a otro, debo cambiarme totalmente de ropa”, dice David en forma muy natural.
Cambio de ropa que implica mucha disciplina y devoción a su trabajo. Y la sencilla razón de los cambios, que lo dejan exhausto después de su jornada de trabajo, es que NO puede infectar a un paciente que está en cuidados intensivos con coronavirus ni tampoco puede él infectar a nadie de sus compañeros de trabajo ni llevar el virus a su casa.
David Vilanova, cree que hay 140 pacientes con COVID 19 refugiados en terapia intensiva, pero el dato se remonta desde hace tres meses y también confirma que han abierto un área especial de cuidados intensivos para atender a 30 o 40 pacientes más.
Hay gente, dice Vilanova, que se queda en terapia intensiva una o dos semanas. “La libran y se van hacer su cuarentena, obviamente”, responde, si están en terapia intensiva es porque están sometidos a un ventilador.
En estas tres últimas semanas, David afirma que hay entre 40 a 30 personas diarias que entran con contagio del virus, se quedan un estimado de tres a cuatro semanas, depende cómo los agarre la enfermedad.
El fin de semana pasado (viernes 3, sábado 4 y domingo 5 de abril) hubo 70 pacientes hispanos en terapia intensiva. “Y ya para el lunes y martes, nuestro piso estuvo lleno y casi todos, 75 por ciento, eran pacientes con coronavirus”, dijo David Vilanova.
Pero, los pacientes no son adultos mayores como se cree, son de todas las edades. David ha cuidado en Stamford a jóvenes de 15 años hasta 22, a señoras embarazadas a inmigrantes de todos los colores. “El COVID 19 no discrimina, da a todos por igual”, dijo.
¿Cómo cuida a un paciente con COVID 19 por trece horas?, preguntó La Voz Hispana de CT y David dijo: “Yo estoy con los pacientes al lado de su cama dándole medicamentos y respondiendo sus preguntas porque cuando son hispanos se sienten seguros con mi presencia y saben que voy a traducir exactamente como dice el doctor”.
Luego, de dar los medicamente y consolar la soledad de la cuarentena de los pacientes, David, con el apoyo del supervisor de turno, sale del cuarto de cada uno de los pacientes con COVID y se lava las manos con rigurosidad, se saca el traje siguiendo los protocolos de sanidad para NO tocar nada infectado. “Esto coge su tiempo. Es parte del trabajo para estar en el piso. Son treinta cambios de ropa”, señaló
Aun cuando NO está todo el horario de su turno a los pies de una cama de un paciente, sin embargo, el enfermero de origen ecuatoriano-puertorriqueño, sigue los protocolos de sanidad hasta para sentarse frente al computador y mantener la rutina informativa de trabajo al día o caminando en forma sencilla por el pasillo del piso de terapia intensiva.
El hospital de Stamford ha pedido a su personal que trabaje horas extras. David lo hace a menudo porque siente que este es el momento de aunar esfuerzos colectivos. La semana pasada, fuera de sus trece horas de trabajo, tomó un turno de tres horas extras, es decir, trabajó 48 horas seguidas.
También indicó que el hospital instaló 140 camas extras y un pabellón especial para atender esta emergencia y tienen enfermeros que están trabajando respondiendo preguntas en inglés o español. Hay personas que llaman para clarificar sus síntomas o para preguntar cómo hacerse la prueba del COVID. No tienen ni deben ir personalmente al Hospital, solo llame al (203) 276 4111.