Después de vencer un sinnúmero de obstáculos para la realización de la suprema conferencia “Propaganda 2020” debido a que el rey basa las decisiones electorales solamente en sus instintos (es decir sus percepciones y acciones emergen en el área de los deseos e impulsos oscuros, umbríos y tenebrosos del ente humano lo cual sumado a su ego inflado y a un super ego mas flojo que un tejado de vidrio, le definen como caótico y peligrosamente impulsivo); se ha reunido finalmente el Comité Creativo Ejecutivo CCE de la candidatura del monarca para ocho o diez años más de la dinastía Trumpidal en los Estados Unidos.
El comité es dirigido por el cuñado del rey, el Conde Jared I, casado con la Princesa de Ripio Ivanka La Única cuyo aporte a la lid electoral es una donación de 10,000 pantis para damas republicanas con dos imágenes del rey en el área de los glúteos.
“Pido la palabra” dijo Steven Banner, representante del Movimiento InterNacional Socialista con profundas conexiones con el Frente Pro-Franquista de España, “Faccio” Siempre Italia; ¡Adolfo Vive! de Alemania, y White Forever de Inglaterra.
Jared le ofrece primeramente la palabra a Steve que se lava el pelo cada dos semanas. Dijo así Steve Banner elevando su brazo izquierdo con el saludo Nazi.
“Como decía un filósofo cuyo apellido era Goebbel, la campaña de las mentiras medias verdades ha dado un resultado excelente y fecundo en los sectores menos educados de nuestro país, al punto que ya la población estadounidense no sabe interpretar ni los pronósticos del tiempo. El Twitter de su alteza ha tenido un efecto mágico y será un punto a favor del rey. Ahora que los demócratas se chavaron con la acusación constitucional que detuvo con fuerza y valentía Mitchell McConnell apodado injustamente El Ruso Colao, además de las acciones decididas, aunque a veces vacilantes del director del Departamento de Justicia William Barr apodado Cara de Nalga; el rey se ha barajado bien, pero necesitamos mejorar las maniobras electorales de un modo apoteósico y portentoso como fue el reciente paso del avión presidencial a baja altura en un torneo deportivo al que no le habían invitado. La gente bramaba como carneros a su favor y en contra, pero las cadenas de televisión hicieron su trabajo enfocando nada más que a los que aplaudían,” dijo Banner que desde Miami viaja esa misma noche a Estambul, Turquía; para animar, como en Grecia y Egipto, el resurgimiento del nacional/populismo/despótico.
El Conde Jared menciona ahora en la agenda electrónica de los siniestros asistentes el proyecto A34 de Frederick Shulmanick, denominado el mago del espectáculo irreal quien desea proponer un plan a mediano plazo consistente en identificar a todos y cada uno de los eventos finales de las ligas deportivas nacionales ya sea en beisbol, rugbi, tenis, boxeo, lucha libre, ajedrez, domino y futbol para que el rey aparezca sorpresivamente con su esposa la Melania.
“Y qué hay de las finales del soccer femenino?” pregunta Carli Sherman, experto en logística aplicada a la pillería de alto nivel y cuya hija es la delantera de uno de los equipos.
“Ese no es todavía un terreno fértil. Nuestras encuestas muestran la dificultad que tiene el monarca de ser aceptado por las mujeres después de que compartió con el hijo de George Bush Jr. la idea de que las dominaba agarrándolas de esa parte y tocándolas como pandereta de gitano,” responde George Jaketon, un capo de las encuestas fatulas.
Shulmanick inicia así su alocución y ya conocida perorata circense.
“En los estadios abiertos y monumentales donde se anuncien las finales deportivas que se avecinan en primavera, verano y otoño y donde la gente llega para ver a sus equipos; el avión del presidente debiera venir a vuelo rasante precedido por tres aviones cazas bombarderos y diez helicópteros que desparramarían el color rojo de ‘Hagamos a América Nuevamente Grandiosa.’ Pondríamos como trasfondo musical la apertura de una sinfonía de Wagner mientras que el rey se lanza entonces con Melania y sus dos hijos en paracaídas cayendo suavemente en el campo de juego, mientras elefantes amaestrados, jirafas y cebras, darían la vuelta olímpica dirigidos por Giulianni,” dijo el as del espectáculo.
“Secundo la idea de Shulmanick pero le agregaría que nuestros expertos en efectos especiales y espaciales produzcan un manto de neblina artificial de color dorado antes de la llegada de su majestad para que, al llegar al campo de juego, pareciera arribar desde el cielo, cuestión que les gusta a los evangélicos,” dijo Sigfrido Schneider Vonk Wagen, quien recibe por su brilla te idea, el aplauso de los asistentes al tortuoso aquelarre.
“Voy a hablar con mi suegro el Rey cuando regrese de su partida de golf con el CEO de las farmacéuticas para asegurarme de que salte de un avión. Ustedes saben que en su juventud nunca fue ni al ejército, la marina, la fuerza aérea ni a la Guardia Nacional, que sufre de ansiedad a las alturas, le afecta el insomnio, teme quedar calvo, le obsesiona que lo envenenen, y que los infames iraníes le envíen un misil mal intencionado. En todo caso no veo problemas con la reina Melania ni con los príncipes Eric y Donald Junior,” agrega Jared con un rostro de querubín satánico con alas de murciélago.
“Vengo a darles una noticia fantástica y sublime,” interrumpe abruptamente un representante extraoficial de la NASA llamado Torcuato Thácito porque habla poco y es más extraño que Drácula donando sangre a la Cruz Roja.
“Coja la palabra doctor,” dice con respeto el arcángel Jared, a quien se avizora como el próximo rey de los judíos sionistas.
“Lo que voy a decir es un secreto absoluto y requiere de vuestra máxima discreción, recato y circunspección,” dice el cheche de esta agencia espacial que se lleva billones del presupuesto nacional para observar el hoyo negro.
“Estamos preparando ni más ni menos que un segundo viaje a nuestro satélite lunar el cual será solamente una escala para dirigirse después a los planetas Marte y Júpiter,” dice el sabio siendo sus palabras acogidas con aplausos, chillidos y alaridos de los presentes. Wowwwww.
“Esto es absolutamente extraordinario,” dice Jared con el entusiasmo de un rostro de deudo en un funeral o del cumpleaños de su abuelita.
“Pero cuando seria este viaje histórico?” pregunta Karl Hoffman el super tecnólogo del jaqueo intercontinental aguzado.
“Si por favor cuando!” gritan al unísono los asistentes que se han puesto de pie con los rostros dilatados por la sorpresa.
“Señores, habíamos dejado saber en las noticias y a través del canal Fox que el viaje se llevaría a cabo en diciembre del 2024 solamente a la luna, pero con paciencia y vaselina, y en un esfuerzo especial mío y de los otros, el viaje se iniciaría el día 12 de octubre de este año, aniversario del viaje del gran navegante Cristóbal Colon muy criticado por los alienígenos sudacas. ¡Pero espérense un poquito, esto no es nada! Los cuatro astronautas van a colocar en la luna un lienzo de titanio con la frase Vote Trump,” informa el sabio.
“Y cuando regresaran esos patriotas? Pregunta un astrónomo especializado en los suspiros de las galaxias y los alcances teológicos de los vientos espaciales.
“Este es un detalle por verse y discutirse. Dos de los que lleguen a la luna regresarían a la tierra antes de las elecciones y se pasearían con el presidente en una fenomenal parada por la quinta avenida que va a superar a la de Acción de Gracias de Macy, otra en California, Iowa y Boston. El tercer astronauta seguiría con el otro valiente hacia Marte y allí sortearían quien viaja a Júpiter en una jornada posiblemente suicida. Son detalles que estamos estudiando,” responde el NASArio.
El príncipe Jared ha salido hacia el campo de golf a través de un túnel secreto que después le va a conectar con el submarino ruso que le transporta hacia el rio Potomac y Washington D.C. Se apresura para llegar a una entrevista privada con su suegro y entregarle su informe con la prolijidad y escrupulosidad del mejor de los cargabates y soplapotes.