Tía Julia, Mis saludos de San Valentín, aunque más atrasados que mi aprobación para recibir el SSI.Los funcionarios verdugos me han pedido tantos papeles como los que hay que llenar en las funerarias cuando las muertes son traumáticas. A veces me canso de esperar los resultados porque no me creen que soy claustrofóbico y que no puedo enzorrarme porque me pongo tan agresivo como el presidente cuando le mencionan a esta distinguida dama Nancy Pelosi.
Le escribo cercano ya a la semana de la celebración de la fiesta de San Patricio y mi problema no tiene que ver con esto. Se trata tía de un amor a primera vista caído desde el cielo. El angelito es una nena blanquita, rubita y de ojos azules intensos como el color del canal de la Mona.
Resulta tía que soy un hombre todavía soltero pues estoy enfermo de los nervios. Entre otras cosas también tengo la necesidad de que me hagan cada cinco años el examen este donde el hombre pierde la virginidad, pero con anestesia ¿Usted me entiende? Resulta tía que, por esas casualidades tristes propias de nuestra existencia humana, la doctora que me puso la anestesia era esta jeva blanquita y le aseguro que desde ese instante me he enamorado, pero yo estaba calato y con el Johnny abierto en la retaguardia posterior y el dotol ya tenía en la mano el enema invasor y el plasma de observación para mirarme por dentro.
Tía, allí mismo me dio pachó pues la postura en que yo estaba no era la mas apropiada para que me conociera Brigid quien me dijo “Ignaciou you cuentar hashta tresh” con una voz tan cálida como los veranos que nos esperan. Después de escucharla me dormí tan plácidamente como un gatito de burdel. Desde ese momento no la he podido olvidar y su imagen se me viene constantemente al cerebro como la telenovela mexicana, “El misterio de los túneles.”
Pero vea usted lo que pasa y las coincidencias inesperadas del destino.
Para defenderme en esta economía en la cual todo sube, hasta los lunares de la JLo en los glúteos, yo soy experto en trabajo ecológico (limpiando los baños y las escaleras) y; ¿sabe usted dónde? en el MISMO edificio donde vive la jevita que me vio ernuo. (¡Oh, Dios!)
La jeva vive en un edificio de departamentos cercano a donde vive el alcalde Bronin en pleno downtown. Un área segura, atractiva y elegante. Yo, sin embargo, vivo mucho pero mucho más lejos en un departamento mucho, pero mucho más modesto el cual habito tan triste como la candidatura de Joe Biden. La fría soledad a veces me abruma mucho demasiado y como soy claustrofóbico debo dormir con las ventanas abiertas y vivo con catarro y romadizo.
En mi empleo ecológico ambiental; casi siempre la veo en el ascensor y la saludo con cortesía inusitada. La hembra es bonita pero más seria que una jueza en casos de custodia de nenes. Yo había comenzado a concebir un plan para enamorarla y debido a que un día inolvidable cruzamos un par de palabras en el aparcamiento, me imaginé que mi hora, más bien su hora pensando que lo de la anestesia se le había olvidado.
Yo no soy feo y según dicen por allí me parezco un poco a Marc Anthony, pero con menos cara de enfermizo, y con más cuerpo ya que este tipo parece que nació encogido o es un ciclista vegetariano.
Así llegó la fiesta de los Valentines y por la tarde fui pa’rápido al Super Stop and Shop de la New Park para comprar un hermoso ramo de flores que me costó exactamente 23 dólares con 17 centavos. Me lo arreglaron bien bonito con siemprevivas y un papel más brilloso que calva de dibujante.
Como a las siete de la tarde de ese día letal y ya oscurito, me vestí, me puse un perfume jordano marca Joao Batista “que no hay jeva que lo resista,” y me fui caminando a su apartamento para regalarle las hermosas flores.
En mi imaginación pensé que la irlandesa me daría la pasada, agradecería las flores con un beso, las pondría en el centro de la sala, prendería el CD player, y quizás nos daríamos unos drinks. Lo demás quedaba por mi parte. ¡Yo soy muy cálido y voluntarioso y por eso me llaman en el club de los jeeps Los Bompies, el potro infernal!
Sintiendo que el motorcito me palpitaba mucho demasiado, di dos golpes discretos en la puerta, escuché movimientos rápidos en el interior, y me imaginé a Brigid excitada, poniéndose un bata color fucsia semi transparente mientras su pelo suelto como el de una belleza nórdica, caía sobre sus hombros como una cascada de fibras de oro legitimo, nada que ver con el pelo del presidente al que se lo pegan en la calva blanca con glu.
Finalmente escuché unos pasos recios que se acercaban y me sentí observado por el ojo mágico por lo cual puse mi mejor sonrisa. Finalmente abrieron y apareció un tipo blanco de rostro difícil y medio otoñal.
“What do you want!” me preguntó de una manera estrujada, con voz ronca, y mirando el ramo de flores con un aire de desagrado profundo.
“I am bringing to Ms. Brigid an order of flowers,” dije avergonzado cuando me di cuenta de lo que al parecer había y lo cual no me gustó mucho.
“Ah, thanks, and take the tip!,” me dio dos dólares, y me cerró con ímpetu intenso la puerta en la faz.
Tía, ahora me estoy comiendo un cable y creo que fui un idiota al decir que era un mensajero que llevaba flores. En cambio, debí estrujarle al tipo en la cara esta frase con voz recia: “I want to give to Ms. Brigid these flowers because I love her mucho demasiado!”
No la he visto más y creo que me está evitando, no sé que decirle cuando la vea porque me da pachó. ¿Me hago el idiota y juego a la del submarino? ¿Le saludo cuando la vea como si no hubiese pasado nada y jamás me haya conocido calato?
Por favor aconséjeme porque estoy triste ya que pensaba invitar a Brigid a la Parada de San Patricio y allí declararle mi amol con una ramo de rosas verdes.
Ignacio
Respuesta
Querido Nacho,
Primeramente y sin conocerte en persona, me doy cuenta de que eres muy fantasioso y como dicen los siquiatras, te pasas películas sin ir al cine. ¿Porque no te dedicas a escritor de telenovelas? Te sugiero el nombre para una, “El edema maldito que fastidia la psiquis de Murillo.”
Nacho, eres más imaginativo que el tipo que le escribe las historias a la Dra. Polo y tienes además la tendencia mentalmente peligrosa de pasarte por el cerebelo películas eróticas y como que medio alucinas lo cual es peligroso, te despegas de la realidad como un globo y tarde o temprano creerás que la JLo te habla a través del televisor.
Qué estés solo no me sorprende ya que eres muy bruto (como le dice la Dra. Polo a los pobres tipos que van a sus sesiones de mediación).
¿Cómo se te ocurre tener los pantalones de ir a dejarle flores a la irlandesita cuando no observo en tu descripción ningún gesto de ella que me haga pensar que la nórdica tiene algún interés especial por ti?Por otra parte, ¿Sabes tus cuantos tipos tienen que ir a la semana a perder la virginidad al hospital de Hartford y ella los ve calatos y les cuenta tres?
Así como vas, te estas poniendo en peligro y como tienes el afán de conquista, por lo menos debiste debiste explorar más el camino, hablando con ella (con respeto y sin mirarla mucho para abajo) para indagar sus intereses terrenales y celestiales, antes de llegar así sin ton ni son a su departamento ¿Crees tú que a las irlandesas o suecas les gustan las parrandas en el mes de febrero?
Lo que te sucedió lo tienes merecido por presentao e indiscreto y ahora en forma brutal sabes lo que hay.
Cuando veas a la Brigid evítala y concéntrate en tu trabajo ecológico con la escoba y el mapo con cloro. Llegado el caso la saludas con cordialidad y respeto. En fin, recógete, dale tiempo al tiempo y no seas tan burro que asustas.
Por ahora ya sabes lo que hay y en otra visita, el otro macho te puede llamar a la policía por acoso a su esposa y no te dará propina.
Vete a observar con tranquilidad la hermosa parada de San Valentín y quizás conozcas allí a alguna irlandesita, pero como te repito, vete de a poco y no regales flores enseguida porque gastas los chavos de una forma inútil, improductiva y baldía.
Tu tía que a pesar de todo te compadece y te quiere,
Julia
Comentarios a los Consejos de la Tía Julia
Ahora con lo del virus no me atrevo a prepararme los cebiches que me agradan mucho demasiado. Saludos a las muchachas que nos instruyen acerca de cosas del sexo y son una enciclopedia de las posturas.Frank de New Britain.