“¡Cada hogar será una escuela!” exclamó con fuerza el superintendente de los sistemas escolares de la Nueva Inglaterra en un discurso transmitido por radio, online y televisión. Karl Zeballos hizo una pausa para crear más efecto en su exordio, imitando al presidente que en su bunker de Washington D.C. practica a las cuatro de la mañana en el espejo los gestos de su excolega Benito Mussolini a quien admira de un modo infinito. Karl no es Trumpista ni tampoco de la raza aria a quien un tipo que es poeta llamaba la raza Árida porque a pesar de las guerras que promovió el psicópata de Hitler, no consiguieron nada.
“They have nothing,” como decía Al Capone cuando se le escabullía al FBI y también Donald John cada vez que tratan de inculparlo por lo de los contactos con los rusos y su jefe Vladimir Putin.
Pero he aquí el magno y nos menos excelso discurso
“Ciudadanos y ciudadanas todas, niños y jóvenes, maestros, para profesionales, personal de las cafeterías, conserjes, directores. Lo del virus tenemos que asumirlo como una realidad semejante a la que enfrentaron los ingleses de London que durante cuatro años fueron bombardeados por los alemanes nazis inventores de los cohetes V-1 y V-2 quienes acabado el conflicto bélico fueron recibidos en los Estados Unidos con los brazos abiertos ayudando a la construcción de las bombas atómicas y articularon los viajes a la luna. Finalmente, la civilización racional perduró y esto es lo que tenemos que hacer ahora,” dijo Karl a quien su esposa que estaba en la primera fila en el Capitolio le hacía señas para que se enfocara y no desparramara tanta saliva.
“Bajo la consigna Cada Hogar será una Escuela, los padres y madres se convertirán en los maestros y maestras de sus hijos y se les pagará por sus servicios. ¿Cómo la ven? Sabemos que muchos de vosotros estáis escasos de chavitos por lo del Covis-19. Aunque no planeamos despedir a los maestros, estos se transformarán en educadores de educadores porque ustedes los padres y madres serán los instructores de la primera línea. Después de mancomunar nuestros esfuerzos con mis colegas de siete estados y representantes de los padres y apoderados, anuncio oficialmente con la bendición del nuevo presidente elegido el pasado martes tres de noviembre; que a partir del 5 de febrero, día de mi cumpleaños; se cerrarán las escuelas por dos años y con lo que se ahorre que es mucho ya que mantener un establecimiento escolar abierto por diez meses cuesta millones y millones de dólares; se financiará ipso facto el programa Mamá Papá, Abuelita, Abuelito, usted también puede enseñar,” dijo Karl que recibió el aplauso virtual de padres y madres.
“Por otra parte mis hijos, los maestros y administradores estarán muy ocupados preparando materiales para mejorar la lectura y escritura de los nenes y nenas de un modo acelerado y usando el milagroso método implementado en Hartford, Connecticut por el exsuperintendente Anthony Amato. Ellos les traspasarán los manuales sea en inglés o español a los progenitores quienes a su vez recibirán clases aceleradas de pedagogía de acuerdo a los niveles de aprendizaje de sus hijos. La enseñanza será tanto presencial como también vía online, televisión o radio. Cada quince días los padres y madres maestros recibirán un cheque equivalente a sus horas de trabajo que serán administradas por directores y subdirectores. Continuarán las pruebas para medir los adelantos de los estudiantes hogareños y la rutina no será cáscara de coco como decimos en el pueblo de Añasco, sino que de cinco horas…pero un momento, tengo una pregunta virtual. Diga señora, está usted en la plataforma virtual.
Señora Figueroa. Yo soy trabajadora social. ¿Cuál será nuestro trabajo y el de los maestros de educación especial?
Karl. Gracias por la pregunta. Ustedes estarán muy ocupados y ocupadas comunicándose con padres con estudiantes que requieran ayuda y apoyo terapéutico a través del sistema Tera/Tele Gama mientras que los maestros de educación especial contarán con salones de clases móviles preparados para lidiar con el virus que proveerán servicios a niños inquietos o con otras necesidades especiales. Los buses se detendrán en ciertas esquinas de las ciudades y serán de color verde, el color de la esperanza. La entrada y salida de maestros y de estudiantes de los buses/escuelas, estarán equipadas con el sistema que usaba la NASA para aceptar a los astronautas después de poner el pie en la luna y se probó como muy efectivo.
Nieves Martínez (maestro). ¿Deberemos usar trajes especiales para las visitas domiciliarias y reuniones con los padres?
Karl: Es muy recomendable y ya se están preparando unas indumentarias de color azul y máscaras que terminado el día de trabajo se pondrán en receptáculos donde se le someterá a una limpieza super microscópica. ¿Otras preguntas?
Tuco Díaz. Señor Zeballos, ¿y que será de nosotros de los que limpiamos los edificios, las cafeterías y los baños además de los que reparten el mail y los guardias de seguridad?
Karl: ¡Oh! Vuestra labor será fundamental y poniendo como ejemplo el caso de Hartford con unos 16,000 estudiantes que significarán unos 3,368 hogares, necesitaremos a gentes como ustedes para distribuir textos, materiales, mensajes y tareas de transporte, incluidos almuerzos, desayunos y snacks. Recuerden también que los edificios tienen que ser preparados para el invierno, pero como no estarán ocupados por estudiantes, el trabajito será menor.
Karl: “Como no hay más preguntas vamos dando vuelta la hoja como decía Adán, pero si las tienen se ha establecido en cada estado un sistema online exento de virus rusos o chinos donde ustedes los nuevos maestros y maestras recibirán sus lecciones en inglés, español, ruso, chino, coreano, vietnamita, francés u otros 12 idiomas, y siempre habrá una maestra o maestros disponible para ser los coordinadores del proceso.
Karl se despide mostrando con sus dedos el signo de la victoria añadiendo que cada Estado trabajará día y noche para el gran cierre de escuela y la gran apertura de los hogares como centros de aprendizaje.
Judy Morales trabajadora de un McDonald’s que se quedó sin trabajo por lo de la Pandemia ha despertado sintiendo su pecho henchido de júbilo esperando que su sueño se convierta en realidad, aprenda pedagogía, y pueda educar a sus tres hijos
En un cuadrito,
“Cada hogar será una escuela”